.Coldplay. Fix You (Te confortaré)  

 

«él me ha ungido a poner en libertad a los oprimidos»

 
  

 
 
 
 
 
 
Lectura del libro de Nehemías

En aquellos días, el día primero de mes séptimo, el sacerdote Esdras trajo el libro de la ley ante la comunidad: hombres, mujeres y cuantos tenían uso de razón. Leyó el libro en la plaza que está delante de la Puerta del Agua, desde la mañana hasta el mediodía, ante los hombres, las mujeres y los que tenían uso de razón. Todo el pueblo escuchaba con atención la lectura del libro de la ley.
El escriba Esdras se puso en pie sobre una tribuna de madera levantada para la ocasión. Esdras abrió el libro en presencia de todo el pueblo, de modo que toda la multitud podía verlo; al abrirlo, el pueblo entero se puso de pie. Esdras bendijo al Señor, el Dios grande, y todo el pueblo respondió con las manos levantadas: «Amén, amén». Luego se inclinaron y adoraron al Señor, rostro en tierra. Los levitas leyeron el libro de la ley de Dios con claridad y explicando su sentido, de modo que entendieran la lectura.
Entonces el gobernador Nehemías, el sacerdote y escriba Esdras, y los levitas que instruían al pueblo dijeron a toda la asamblea: «Este día está consagrado al Señor, vuestro Dios. No estéis tristes ni lloréis» (y es que todo el pueblo lloraba al escuchar las palabras de la ley). Nehemías les dijo: «Id, comed buenos manjares y bebed buen vino, e invitad a los que no tienen nada preparado, pues este día está consagrado al Señor. ¡No os pongáis tristes; el gozo del Señor es vuestra fuerza!»

Neh 8,2-4a.5-6.8-10

Salmo Responsorial

R. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.

La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye a los ignorantes. R

Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida

y da luz a los ojos. R

El temor del Señor es puro
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R

Que te agraden las palabras de mi boca,
y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón,
Señor, Roca mía, Redentor mío. R

Sl 18,8.9.10.15 (R.: Jn 6,63b)

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios
Hermanos:
Lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo.
Pues todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos  hemos bebido de un solo Espíritu. Pues el cuerpo no lo forma un solo miembro, sino muchos. Si dijera el pie: «Puesto que no soy ojo, no formo parte del cuerpo» ¿dejaría por eso de ser parte del cuerpo? Si el cuerpo entero fuera ojo, ¿dónde estaría el oído?; si fuera todo oído, ¿dónde estaría el olfato? Pues bien, Dios distribuyó cada uno de los miembros en el cuerpo como quiso. Si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?
Sin embargo, aunque es cierto que los miembros son muchos, el cuerpo es uno solo. El ojo no puede decir a la mano: «No te necesito»; y la cabeza no puede decir a los pies: «No os necesito». Sino todo lo contrario, los miembros que parecen más débiles son necesarios. Y los miembros del cuerpo que nos parecen más despreciables los rodeamos de mayor respeto; y los menos decorosos los tratamos con más decoro; mientras que los más decorosos no lo necesitan.
Pues bien, Dios organizó el cuerpo dando mayor honor a lo que carece de él, para que así no haya división en el cuerpo, sino que más bien todos los miembros se preocupen por igual unos de otros. Y si un miembro sufre, todos sufren con él; si un miembro es honrado, todos se alegran con él. Pues bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro. Pues en la Iglesia Dios puso en primer lugar a los apóstoles; en segundo lugar, a los profetas; en el tercero, a los maestros; después, los milagros; después el carisma de curaciones, la beneficencia, el gobierno, la diversidad de lenguas. ¿Acaso son todos apóstoles? ¿O todos son profetas? ¿O todos maestros? ¿O hacen todos milagros? ¿Tienen todos don para curar? ¿Hablan todos en lenguas o todos las interpretan?

1Cor 12,12-30

Lectura del santo Evangelio según san Lucas

Ilustre Teófilo:
Puesto que muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han cumplido entre nosotros, como nos los transmitieron los que fueron desde el principio testigos oculares y servidores de la palabra, también yo he resuelto escribírtelos por su orden, después de investigarlo todo diligentemente desde el principio, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.
En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan.
Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el rollo del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos; a proclamar el año de gracia del Señor».
Y, enrollando el rollo y devolviéndolo al que lo ayudaba, se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos clavados en él. Y él comenzó a decirles: «Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír.»

Lc 1,1-4;4,14-21

"M’ha ungit per portar la Bona Nova als desvalguts"

Lluc ens presenta com a programa de la vida pública de Jesús el que llegim avui en l’Evangeli. Jesús va a la sinagoga del seu poble, a Natzaret, i llegeix la lectura corresponent: L’Esperit m’ha ungit per portar la Bona Nova als desvalguts, m’ha enviat a proclamar als captius la llibertat, i als cecs el retorn de la llum, a deixar en llibertat els oprimits i a proclamar l’any de gràcia del Senyor. És el gran programa que ha llegit en Isaïes.
Però ara Jesús diu precisament que tot això es realitza en ell: Això que avui sentiu contar de mi és l’acompliment d’aquestes paraules de l’Escriptura. Per tant la missió de Jesús és totalment il·lusionant, plenament lluminosa i esperançada: ajudar tots els necessitats, els desvalguts; portar a la llibertat tots aquells que es troben encara captius, esclaus. Jesús no vol que hi hagi cecs, ni oprimits per ningú, vol que tots visquin en llibertat. El seguiment de Jesús mai no ha de ser un jou pesat. Ell ens proposa que lliurement, sense cap esclavitud, el seguim amb tot el cor, sense opressions. Jesús no llegeix la frase que trobem a continuació a Isaïes: el dia que el nostre Déu farà justícia. Les paraules de Jesús són d’alegria especialment per als pobres i desvalguts.
La primera lectura ens presenta tot el poble escoltant la Llei: homes, dones i criatures. Alguns levites n’explicaven el sentit, perquè la lectura fos entenedora. Com a resultat: tota la gent plorava mentre escoltava les paraules de la Llei. Però la lectura de la Llei no ha de dur a plorar: Mengeu i beveu de gust i repartiu-­ne als qui no s’havien portat res que la diada d’avui és santa dedicada a Déu. No us entristiu. I Pau ens recorda que tots som importants en l’Església: Vosaltres sou cos de Crist i cadascun formeu els seus membres, no importa quin membre siguem. Si la lectura de la Llei produïa una gran alegria, el missatge de Jesús ens ha d’omplir d’un immens goig però és també tot un compromís: hem ajudar els pobres i desvalguts, alliberar els captius, tornar la llum als cecs, proclamar la llibertat.

Mn. Jaume Pedrós

Música Sacra

Con el nombre de Música Sacra agrupamos las obras musicales cristianas que a lo largo de la historia han creado los grandes compositores para destacar la obra de Dios. Nació en Europa en la Alta Edad Media con los ritos cristianos en el ámbito de las iglesias. Los antiguos cantos medievales dieron paso a las Misas y Cantatas del Barroco.

La época dorada de la música religiosa se inicia con los cantos gregorianos, alcanzan la mayoría de edad con Johann Sebastian Bach, continúa con Mozart y finaliza con las Misas de Beethoven. Mas tarde la musica sagrada deja de tener tanta importancia en la vida social y los compositores se acuerdan de ella excepcionalmente.

Glória de Vivaldi

Réquiem de Mozart Passió segons sant Joan. Bach
El Messies de Händel I El Messies de Händel II El Messies de Händel III
La Passió segons sant Mateu I La Passió segons sant Mateu II Messa da Réquiem de Verdi


 

  

 

 
 
 
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